Amnistía Internacional ha acusado a Turquía de permitir que la homofobia y la transfobia siga siendo uno de los principales problemas de los ciudadanos LGTB del país.

La organización ha recordado que aún no se han establecido condenas contra las declaraciones homófobas de diversos políticos del país, incluso ministros, como el encargado del Ministerio de la Mujer, Aliye Kavaf, quien expresó el año pasado que la homosexualidad «es un desorden biológico, una enfermedad, y debe ser tratada».

Amnistía Internacional ha visibilizado como las minorías sexuales deben ocultar su verdadera orientación sexual en Turquía para no sufrir represalias y discriminación.

A nivel judicial, las minorías sexuales son discriminadas aunque no existan leyes que criminalicen la homosexualidad, puesto que las condenas por «comportamientos inmorales» son habituales en el país.

Amnistía Internacional también ha recordado que en el año 2006 se censuró la publicación de una revista destinada al colectivo homosexual después de que las autoridades la consideraran «obscena».

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