Hace seis años impidieron que la homofobia se expandiera en las leyes. Hoy, en pleno 2011, lo han permitido.
El estado de Tennessee ha aprobado una medida que impedirá a los profesores mencionar la homosexualidad dentro de los centros educativos. La censura se legaliza.

La iniciativa, promovida por el republicano Stacey Campfield, consiguió 6 votos a favor y 3 en contra en el Senado. Hace seis años el mismo político propuso el proyecto, pero fue rechazado.

Entrará en vigor a partir del próximo curso. No se podrá hablar, bajo ninguna circunstancia, de la homosexualidad, ya que el texto manifiesta que «ninguna escuela elemental ni de educación media debe impartir ningún contenido que trate la orientación sexual distinta a la heterosexualidad».

Los jóvenes únicamente podrán conocer información sobre la homosexualidad en las aulas cuando tengan 16 años.

El político republicano que promovió la medida la defendió alegando que «debemos dejar que las familias decidan cómo quieren tratar la sexualidad con sus hijos».

Asociaciones LGTB de la región se han quejado de que los políticos luchen por desinformar a los adolescentes. Recuerdan diversos casos sucedidos recientemente, en el que un adolescente decidió cortarse el pene en Honduras ante la falta de información e iniciativas sobre la transexualidad en el país, o el acoso que ha provocado el suicidio de diversas personas en los colegios estadounidenses.

Tennessee pone en duda con esta iniciativa la democracia en la región, aplicando censura de forma discriminatoria.