Es evidente que esta protesta ha unido, por primera vez, a idearios políticos diferentes. Es una protesta, un grito, la explosión de la rabia de toda la ciudadanía. ¿Contra los políticos? Desde luego. Pero podríamos decir, por persona interpuesta. Quien gobierna y mangonea el mundo, no son exactamente los políticos.

Porque la clase política ha rendido armas y bagajes al poder de la Banca. Porque se ha plegado a sus dictados. Y si la política nunca, y menos la de los últimos tiempos, se ha caracterizado precisamente por una integración de la ciudadanía en sus decisiones, ¿podríamos esperar de los grandes dragones financieros que nos miren, siquiera de reojo? ¿Qué olviden sus cuentas de resultados anuales, aunque se hunda el mundo?

Acercándose a las acampadas que se han creado en Madrid, Barcelona y otras ciudades, leyendo las noticias que nos llegan de otros países (gloriosamente, por esta vez, España se ha “cabreado” antes) tienes la evidencia que no es la juventud airada e inconformista, los grupos antisistema,… quienes llenan las plazas.

Ciudadanos de cualquier edad, de a pie, mileuristas y pensionistas de bastante menos de mil euros, señoras con el carrito de la compra y oficinistas que van a añadir su cabreo a la gran hoguera común.

Las Juntas Electorales, muy preocupadas por “sus” votaciones (parece que no han comprendido que, entre abstenciones y votos “a la contra”, estas van a ser las votaciones de la rabia, del cabreo) pretenden la disolución de las acampadas aunque sea por la vía habitual, porra y manguerazo.

¡Y la vía habitual, por una vez, les ha dicho que nanay! Hay quien proclama, desde alguna crónica de periódico, que esta protesta es vacía, pólvora mojada.

Quizás. Pero, con el calor, la pólvora también se seca.

Y, aunque el punto de partida no fuese exactamente el mismo, echar una mirada a los últimos acontecimientos de los países norteafricanos puede ser ilustrativo.

O sea que, mañana, todos a votar como buenos ciudadanos, pero también, como “indignados” estaría bien darse un rodeo, paseando, hacia la Puerta del Sol, la Plaza de Catalunya, etc.

Sin pancartas, sin gritos, pero con el sordo rumor de nuestro cabreo general.

P.S. Es esclarecedor el video siguiente:

http://www.youtube.com/watch?v=nqno8H-mjeY

Agradecemos infinitamente al Sr. Marc Dalet por el material fotográfico cedido; donde nos representa la  crónica de lo sucedido, contada en primera persona durantes los últimos días de mayo en la ciudad Condal.