MOLT SOROLL PER RES
Jun 3rd, 2011 | By Jose | Category: TEATRO G - BARCELONAEn la Sala Muntaner, se produce cada día un happening desembridado y alocado a costa del Sr. Shakespeare. La compañía “Les Antonietes”, dirigida por Oriol Tarrasón se apoderan de “Molt soroll per res” y se la ponen por montera.
Probablemente al viejo Will, le divertiría ver como esa panda de insensatos (con todo mi cariño, ¡quien los pillara!) desmontan, desorganizan y, sin ningún género de complejo se pasean por encima y por debajo de su obra.
Es una opción, evidentemente. Una opción joven, fresca y sin prejuicios. La obra se presta a ser convertida en una perpetua fiesta, una verbena de verano.
Solo que yo, ¡ay! ya tengo una cierta edad y los happenings a veces me desconciertan. No tengo ningún reparo en admitirlo.
La traducción de Salvador Oliva es un regalo para el que la escucha. Refinada, precisa, llena de matices. Una música perfecta y sin una sola nota discordante. Lo que ocurre es que, a veces, el espectador que quiere escuchar esa música, no la oye porque, happening obliga, los gritos, las carreras y el alboroto organizado sobre el escenario exceden el volumen deseable.
Aun así, la obra llega al público, y este se ríe y se divierte con las peripecias de Beatriz y Benedicto, de Hero y Claudio, del Príncipe y su malvado hermano y del resto de personajes. ¡Shakespeare siempre cumple, y en abundancia!
Lo que hayan pretendido los responsables, sea el director, Oriol Tarrasón, sean los miembros de la compañía “Les Antonietes”, con la idea de jugar con el travestismo en algunos personajes, es algo que escapa a mi comprensión. No me añade nada en la primera parte de la obra, mientras esta es una comedia desenfrenada y divertida, pero lastra demasiado la segunda parte, cuando Hero es abandonada al pie del altar acusada de infidelidad y lascivia y la comedia se vuelve drama.
Entonces, cuando el texto se hace doliente, cuando los lamentos de Hero, de su padre, del esposo que la rechaza, tiñen de emoción los versos y ésta se apodera de la escena, se produce una ruptura y se hace difícil disociar el magnífico texto shakesperiano, de la visión de los actores burdamente travestidos. Y las magnificas estrofas de Shakespeare-Oliva, se hunden irremisiblemente.
¿Debe entenderse que “Les Antonietes” no han conseguido su objetivo? ¡En absoluto!
¿No es un espectáculo para ver y recomendar? ¡Nada de eso! ¡Debe verse, y se lo merecen!
Pero ya les había advertido que, quien esto escribe, aunque participó en el happening leyendo el papel de Ursula, tiene ya una cierta edad y podría ser el padre de “las Antonietas”. Y se quedo hambriento de los magníficos versos de Shakespeare que, en definitiva, tampoco necesitaban “tant de soroll” para mostrar lo maravillosos que son.
José Massagué
www.lesantonietes.blogspot.com