ESCLAVOS DEL PLACER – MARIO DE LIMA
May 11th, 2012 | By Blog - Editor | Category: Libros G
La puesta en marcha de una venganza revela a Jorge, protagonista de Esclavos del placer, su verdadera naturaleza como esclavo. Su placer es complacer a su amo: servirle y adorarle hasta límites insospechados.
“La voluntad de mi amo es lo que tengo que complacer, su deseo es mi objetivo y su placer es mi orgasmo.”
Esclavos del placer no es solo la historia de una venganza, sino también el descubrimiento y aprendizaje del placer de la sumisión y la obediencia. Tras sufrir un desengaño amoroso que le partirá el corazón, Jorge trama una sórdida venganza que lo introducirá en el mundo de los amos y esclavos descubriendo prácticas que trasportarán sus sentidos al límite que separa el dolor del placer.
“Contiene notas de SEXO EXTREMO que pueden herir tu sensibilidad o despertar tus curiosidades más insanas y perversas”
Canne será el encargado de adiestrar a este nuevo esclavo que será sometido a toda clase de satisfactorias vejaciones tales como el dog training o el fisting hasta llegar al punto de anular su propia voluntad y vivir por y para el amo.
“No todo el mundo está preparado para leer Esclavos del placer, solo aquellos que sientan una morbosa curiosidad hacia los deleites del sexo más extremo y alejado de lo convencional.”
Esclavos del placer es el estreno literario de Mario de Lima (Brasil, 1960) en la novela erótica, aunque también podría considerarse un manual de prácticas sexuales poco convencionales. Afincado en Barcelona, este brasileño nos robó el corazón con su primera y exitosa novela Secretos al viento (2010). Ahora, otros caminos le han llevado a publicar una novela que a más de uno dejará con (no solo) la boca abierta.
LIBIDO EDICIONES la única colección erótica gay del mundo en español
ESCLAVOS DEL PLACER – MARIO DE LIMA – Colección Libido
I.S.B.N.: 978-84-15294-49-8
E.A.N.: 9788415294498
GÉNERO: Novela
COLECCIÓN: LIBIDO
PRECIO: 19.95 €
PÁGINAS: 166
ENCUADERNACIÓN: Rústica
FORMATO: 12.5 cm por 21 cm
FECHA DE EDICIÓN: Enero 2012