Asociaciones que luchan por los derechos de los colectivos de homosexuales en Arizona han iniciado una campaña para presionar a los políticos de la región a no aceptar que la homofobia se instaure en las leyes.
El Senado de Arizona aprobó un proyecto de ley que dará preferencia a las parejas heterosexuales frente a las homosexuales en el campo de las adopciones.
Dicha ley, que diversos políticos han criticado duramente por la discriminación que supone, al igual que distintas organizaciones LGTB, deberá ser firmada por la gobernadora del estado.
Por ello, la campaña quiere presionar a la gobernadora Jan Brewer para que vete la medida discriminatoria aprobada por el Senado.
Un activista LGTB, Tom Mann, alegó tras la aprobación del proyecto que «la adopción de decisiones debe hacerse sobre una base que observe caso por caso el mejor interés para el niño. Cada caso es único».