La Iglesia Católica ha comenzado, desde hace meses, una exhaustiva campaña para captar adeptos que marquen la casilla en la Campaña del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que les dona dinero.
En la campaña del pasado año, la Iglesia consiguió reunir a través de dicha vía 252 millones de euros (de más de 5.000 millones de euros que recibe en total del Estado).

En referencia al dinero que reciben gracias a la declaración del IRPF, Antonio Algora, responsable del Sostenimiento de la Iglesia española y obispo, declaró, ante las preguntas de un periodista de si cree que la pederastia afecta a sus cuentas, que «¿sabe qué le digo? en los últimos años, 700.000 cruces [personas que han marcado la casilla] más».

Donar dinero a la Iglesia supone diversas consecuencias. La más directa, y la que ha sido elegida para concienciar a los ciudadanos por la organización ‘Europa Laica’, es que el dinero de los impuestos que van a parar al Estado se reduce al marcar dicha casilla, lo que supone, con los problemas financieros existentes, incrementar las posibilidades de que se reduzcan servicios básicos en Sanidad, Educación y otros sectores similares, dado que se está reduciendo el dinero que llega a las arcas del Estado.

Otro de los problemas, más importante que el anterior, es lo que supone donar a una institución que realiza de forma reiterada una campaña de incitación al odio hacia diversos colectivos, como la comunidad LGTB, y que ha condenado a muerte a cientos de personas en continentes como África al continuar con su agresiva e inhumana campaña en contra de los preservativos, pese a las inversiones que posee la Iglesia Católica en compañías que producen dichos productos sanitarios.

Por ello, nace la iniciativa promovida por ‘Europa Laica‘: no colabores con tu dinero a la reducción de servicios públicos y a la propagación de la desigualdad y la irresponsabilidad de condenar a muerte a un continente carente de cultura.

Por:Alexander Rocha/www.universogay.com